quinta-feira, 24 de março de 2011

primera parada Boliviana: Tupiza

Primera parada: Tupiza
Llegamos con el auto lleno de tierra por dentro. Nos tentamos de ir a al salar de Uyuni por un día, pero entre que es caro y que teníamos fecha decidimos seguir viaje. Dormimos en una estación de servicio y al otro día nos levantamos bien temprano porque cortaban la ruta, algunos decían que a las 8:00 otros  a las 7:00, otro a las 6:00. Así que optamos por levantarnos a las 6 y salir. Cuando pasamos por el lugar del corte nos enteramos que estábamos una hora adelantados  porque seguíamos con horario argentino, así que teníamos tiempo de sobra. Este lugar tenía una soga que cortaba el camino y al lado de la ruta había una oficina con tres  policías, cada uno en una mesa y resulta ser que es un peaje. Uno te pide que la pagues y te da  un ticket, después pasas por la mesa que esta exactamente al lado y hay que pagar de nuevo y después al tercero que está a unos 4 pasos al lado hay  que pagarle de nuevo. No sabíamos si nos tomaban el pelo por gringos o sí realmente era así. Igual hay pocos peajes en la ruta boliviana.
Desde aquí la ruta mejoró y las ruedas se deslizaban alegres por el liso asfaltado de la panamericana. Aparecieron las primeras llamas; las sierras, que interceptan la horizontal de la planicie llena de plantas secas, en una vertical llena de gamas de marrones y rojos como si fueran pintadas a pincel.



Entrando en Bolivia

Entramos a Bolivia sabiendo que podíamos participar de una fiesta electrónica en la selva boliviana, en un castillo, haciendo intervenciones de circo. Oportunidad que conseguimos al contactarla a Claudia que vive en La Paz, que es una conocida de un pariente de la familia de Terra. Esto sería el 31 de octubre, festejando el día de los muertos.
Por lo tanto entramos por Villazón y apenas se pasa la frontera se siente el cambio de cultura. De todo vendiéndose en la calle, muchas cholas cargando sus bebés en la espalda, la policía hablando quechua entre ellos y por un dólar te dan 7 pesos Bolivianos.
No hay señalizaciones de tránsito así que preguntamos a una mujer por dónde seguía la ruta y le dimos para adelante. Por fin íbamos a develar el misterio de saber en qué estado se encuentra las rutas de Bolivia, y si nuestro super autito iba aguantar.
 Ruta de tierra, como lo suponíamos, lo que no sabíamos es que la estaban reformando, así que a cada rato había desvíos porque la asfaltan por trechos, entonces queda: un pedazo de tierra, un pedazo de asfalto, un pedazo de tierra, un pedazo de asfalto… y el detalle es que todos los desvíos te llevan bien lejos y el camino esta horrible para el auto, pero la parte que es ruta oficial el camino es en buenas condiciones, tal como nos habían dicho. 


Pasamos por lugares increíbles, hay pueblos de dos cuadras o sea una grupo de gente. Todo es de tierra; por empezar el polvo en el aire, los ladrillos de las casas, y el color de la piel de la gente. Se ve a las cholas cargando leña, animales sueltos como chancho; cabra; burros; niños que se asoman, despeinados con la carita redonda y seca. Vegetación de desierto con arbustos. Nosotros éramos una especie de extraterrestres con nuestro vehículo a motor y caritas blancas sacando fotos.